
A nuestro centro de adicciones en Madrid llegan todos los días personas con problemas de alcoholismo que ni siquiera son conscientes de su grave situación. Por ello, es muy importante el papel de las familias a la hora de descubrir si un ser querido es simplemente un bebedor normal o un alcohólico. Para que tengan las herramientas necesarias, vamos a explicar cinco síntomas de esta enfermedad que deben hacer saltar todas las alarmas.
Adicción al alcohol: cinco evidencias de que algo no va bien
No siempre es fácil distinguir si alguien bebe por divertirse o porque es adicto al alcohol. De hecho, lo primero que hace una persona con dependencia de esta droga es negar su problema.
Le cuesta trabajo asimilar que lo padece. En estos momentos, el papel de sus familiares es básico para detectar que necesita ayuda profesional. Y no resulta sencillo estar preparado para hacerlo, ya que ni siquiera saben qué es un consumo responsable de bebida y qué no lo es. Para facilitar las cosas, vamos a mostrar cinco síntomas de alcoholismo.
1. Mentir sobre el consumo
A prácticamente todos los familiares de alcohólicos les ha ocurrido la situación que vamos a contar. Cuando les preguntan por la cantidad de bebida que toman, suelen mentir. No lo hacen con mala intención, sino porque piensan que no tienen ese problema.
De hecho, en muchas ocasiones dirán que beben para relajarse o sentirse mejor después de una dura jornada de trabajo. Es cierto que el alcohol ayuda a relajarse en un primer momento, pero después ejerce el efecto contrario.
2. Tener lagunas mentales
En la mayoría de ocasiones, las personas que padecen alcoholismo no pueden parar una vez que han empezado a beber. Si abren una botella de vino, la terminan e incluso buscan otra. Beben tanto que suelen tener lagunas mentales respecto a lo que han hecho mientras estaban consumiendo alcohol. De hecho, el alcohólico tiene que beber cada vez más. El aumento de la tolerancia es un síntoma evidente de la enfermedad. Al consumir alcohol frecuentemente, su cuerpo se adapta a él y cada vez necesita mayores cantidades para emborracharse.En estos casos, el familiar debe fijarse en esos comportamientos para detectar el alcoholismo de su ser querido. Asimismo, en caso de que éste beba fuera de casa, es aconsejable que le pregunte qué ha hecho durante ese tiempo. Si ha estado tomando una copa con amigos, se acordará de todo. En cambio, si ha bebido por adicción, seguramente habrá consumido tanto que tendrá lagunas al respecto.
3. Beber en situaciones peligrosas
Hay enfermos de alcoholismo que beben incluso cuando están conduciendo, antes de ir a trabajar o mientras están tomando algún medicamento. Estas adicciones no entienden de momentos mejores o peores.
No resulta complicado identificar esta circunstancia. Basta con que nos fijemos en su conducta. Si se sirve una copa antes de salir de viaje o después de acudir a una visita médica (mientras sigue el tratamiento), deben saltar todas las alarmas. Es muy probable que nuestro ser querido tenga problemas de alcoholismo.
4. El síndrome de abstinencia, igual que con otras drogas
Como sucede con las demás drogas, la adicción al alcohol produce terribles consecuencias cuando no se consume esta sustancia. En el caso de la bebida, existe un problema añadido: el bebedor puede decir que, simplemente, tiene la habitual resaca. Sin embargo, los síntomas son diferentes.
La resaca produce cansancio, dolor de cabeza y otras evidencias. Por su parte, la abstinencia da lugar a nauseas, ansiedad, irritación y pérdida de apetito. Asimismo, en los casos más claros, aparece la depresión e incluso temblores. Si detectamos alguno de estos síntomas, hemos de empezar a preocuparnos.
5. Actitud vital errática
Con este nombre pretendemos englobar una serie de aspectos comunes a casi todos los alcohólicos. Por lo general, estos descuidan sus responsabilidades laborales y sociales. Dejan de acudir regularmente a su trabajo y pierden el contacto con amigos.
Incluso es posible que el alcohólico comience a tener problemas con su pareja y con otros familiares. Está irritable y discute con frecuencia, no acude a citas que tenía acordadas o trata de salir siempre solo.
La familia ha de estar muy atenta a estos síntomas y, cuando los observe, tiene que tratar de convencer a su ser querido de que padece alcoholismo y debe ponerle solución antes de que vaya a más. Cuanto antes se ataje el problema, más sencilla será su resolución.
Las adicciones como el alcohol tienen solución
Todos los indicios que hemos explicado en el apartado anterior muestran que una persona ha caído en el alcoholismo. Si aparecen, debemos intentar por todos los medios que se ponga en manos de profesionales, ya que esta adicción tiene tratamiento cura.(es una enfermedad crónica, no tiene cura)
Con la ayuda de centros de adicciones como Elphis es posible solucionar este problema. Por una parte, motivaremos al paciente para que sepa cómo afrontarlo y le ayudaremos a alejarse del alcohol. Por otra, brindaremos a los familiares todo nuestro apoyo y la orientación necesaria para que venzan todas las dificultades. Es fundamental que sean conscientes de que su ser querido tiene una enfermedad y no es culpable de ella. De este modo, podrán transmitirle que saben lo difícil que es superar el alcoholismo y que están con él para ayudarle a hacerlo.
Gracias a nuestro reputado equipo profesional con 12 años de experiencia y más de 1000 pacientes tratados, el alcohólico tendrá el apoyo necesario para vencer su adicción y sus familiares recuperarán a su ser querido, que volverá a ser el de antes.
En conclusión, el alcoholismo se puede tratar. Nosotros somos un centro de rehabilitación alcoholismo en Madrid. Es imprescindible detectar el problema y en este artículo se brindan las herramientas necesarias para que los familiares lo hagan. Después, un centro de adicciones como el nuestro proporcionará el apoyo adecuado para que el paciente retome su vida normal.
Ponte en contacto con nosotros para más información.