El proceso de recuperación de un adicto, en ocasiones, requiere del ingreso en un centro especializado. Con frecuencia, la persona tarda más tiempo del deseado en tomar la decisión de pedir ayuda. Así ocurre cuando cree que puede controlar todo lo relativo al consumo.
Y, sin embargo, es víctima de una forma de autoengaño porque la realidad del día a día es diferente. La adicción, con sus efectos y consecuencias, ocupa cada vez más espacio en la vida del afectado.
¿Qué hacer si te encuentras en esta situación o te preocupa el estado de alguien que quieres? Te lo explicamos a continuación.
Cuándo tomar la decisión de ingresar en un centro de adicciones
No olvides que cada caso, aunque comparta aspectos en común con otros testimonios, es diferente. Existen muchas variables relacionadas con la situación concreta que conviene tener en cuenta.
Por ejemplo, quizá la persona necesite hacer un punto de inflexión en su camino y distanciarse, también, de algunos de los espacios que visita habitualmente.
En ese caso, el centro ofrece un entorno terapéutico que se alinea con las necesidades del paciente. Es un escenario especializado que aporta seguridad y protección a quien quiere sentirse acompañado durante el proceso.
Es habitual que quien toma la decisión definitiva, ya haya valorado previamente otras alternativas. Sin embargo, a pesar de que ha intentado abandonar el consumo en anteriores ocasiones, no ha logrado su objetivo de una forma definitiva.
Ten presente que la recuperación implica cerrar un capítulo para comenzar una nueva etapa. Y, aunque quizá haya conseguido metas relevantes a corto plazo, la situación no se ha mantenido durante un periodo realmente significativo y duradero.
No haber alcanzado la meta deseada en el pasado, no significa que un próximo intento dé lugar al mismo resultado. A pesar de ello, sí es recomendable buscar otros procedimientos que puedan adaptarse más a las necesidades personales.
Un centro de adicciones proporciona un entorno de seguridad que, además, está integrado por un equipo de profesionales cualificados.
Es posible, que el entorno más cercano se preocupe al haber observado cambios en el comportamiento de un ser querido que tiene una adicción.
Los familiares quieren ayudarle para que se cure y se recupere. Es por ello que, con frecuencia, valoran la posibilidad del ingreso en un centro, pero lo verdaderamente importante es que sea el propio afectado quien tome la decisión por sí mismo.
Su implicación y compromiso son esenciales durante un proceso de recuperación en el que también existen dificultades.
Por ello, consideramos que el ingreso voluntario es muy positivo. La familia ocupa un lugar importante a lo largo de la recuperación del afectado: ofrece apoyo, acompañamiento, escucha y cariño incondicional. Pero, por mucho que alguien desee proteger a un amigo que sufre una adicción, no puede asumir su responsabilidad.
Sin duda, existe un motivo muy importante para iniciar el camino: recuperar tu vida. Esta es una de las principales razones para decidirse por el ingreso. Hay que tener en cuenta que el afectado por la adicción necesita cuidar de sí mismo, crear una nueva rutina y afianzar hábitos positivos.
Ha llegado un momento en el que se ha distanciado de amigos y familiares. De hecho, se ha alejado de sí mismo y de aquello que resulta más conveniente. La adicción ha afectado a la calidad de las relaciones. También produce consecuencias en el ámbito profesional, puesto que causa dificultades para mantener la concentración.
La persona ha dejado de disfrutar plenamente con actividades que antes le gustaban. Una larga lista de factores a los que podríamos sumar muchos otros.
Cada uno de los efectos y consecuencias se convierte en un motivo de peso para poner fin a la situación. El deseo de ser feliz y tener una buena calidad de vida puede ser decisivo para aquel que impulsa un punto de inflexión en su existencia.
Es cierto que algunas de las personas que ingresan en un centro son pacientes con un gran deterioro físico y emocional, social, laboral, familiar etc. Debemos puntualizar que no es necesario esperar hasta que la situación empeore para solicitar ayuda especializada.
De hecho, un diagnóstico e intervención tempranos influyen de forma muy favorable en el proceso de recuperación posterior. Por ello, pide ayuda si la necesitas, o busca información si quieres apoyar a alguien cercano.
Cuáles son los síntomas frecuentes de las adicciones
¿Cuándo ingresar en un centro? Es una pregunta que parece no quedar clara para una persona que intenta relativizar aquello que le ocurre. Ten en cuenta que los síntomas y efectos tienden a agravarse con el paso del tiempo.
1. Desorden de horarios que altera factores tan importantes de una vida saludable como el descanso, la alimentación o el tiempo libre. El caos empieza a estar cada vez más frecuente en la existencia de aquel que rompe con la planificación previa.
La falta de una rutina regular afecta a la salud física y emocional. Produce consecuencias en el plano personal, familiar y laboral.
2. Mentiras y engaños que afectan a otros. Es probable que la persona no haga partícipes de su situación a aquellos que desconocen su adicción.
Incluso aunque no haya expresado de forma clara esa información, existen aspectos que envían señales de alarma al entorno más inmediato. Los cambios en el comportamiento y las variaciones frecuentes en el estado de ánimo son algunos signos que alimentan la preocupación.
Las mentiras se vuelven cada vez más recurrentes y más difíciles de sostener en el tiempo. Una falta de sinceridad que afecta al plano de las relaciones personales y a la confianza. Muestra una apariencia ante los demás que no se corresponde con la verdadera situación.
3. El espacio que la adicción tiene en la vida del sujeto es cada vez más elevado. La situación no mejora, sino que se agrava cada vez más. Por el contrario, el afectado se distancia de personas valiosas, deja de practicar actividades que antes le encantaban y se muestra cada vez más cansado.
Escucha cualquier síntoma de alarma sin llegar a infravalorar su nivel de alcance. Los síntomas y consecuencias de una adicción modifican la vida del afectado y los que están a su alrededor. Pedir ayuda es una decisión que crea una nueva esperanza.
Existen distintos tipos de tratamientos y no todos ellos requieren del ingreso en un centro. Pero ese paso se convierte en indispensable cuando es la opción que mejor se ajusta a las necesidades y circunstancias.
Consecuencias de las adicciones
¿Qué efectos produce el consumo? Estos son algunos de los aspectos que te recomendamos que no debes ignorar:
1. Falta de autocuidado
La persona se descuida a sí misma y esto se percibe, incluso, en su aspecto físico. Por ejemplo, quizá haya perdido peso o su rostro exprese cansancio de manera recurrente.
2. Las drogas y adicciones incrementan el aislamiento
Por una parte, es el propio paciente el que cae en la ocultación de algunos hábitos y rutinas. Por otro lado, también ocurre que algunos amigos se distancian y se alejan al no comprender algunos de sus comportamientos. Y, en consecuencia, la soledad se intensifica. La persona tiende a relacionarse con quienes comparten el mismo problema.
3. Baja autoestima
Existen muchas metas significativas que quedan pendientes. Puede ocurrir, incluso, que la persona haya intentado dejar el consumo, pero no lo haya logrado de forma definitiva.
La adicción influye de forma negativa en la autoestima personal y en el autoconcepto. El proceso de recuperación no solo implica el redescubrimiento de una nueva vida, sino también, el conocimiento pleno de uno mismo.
4. Dependencia
Alto nivel de dependencia que, además, condiciona el estado de ánimo. Por ejemplo, la persona puede sentir ansiedad ante la falta de consumo cuando tiene el deseo de querer hacerlo. Nada parece tan importante como la necesidad de satisfacer un anhelo que resulta nocivo.
Las consecuencias de las adicciones muestran todo aquello que el ser humano pierde en esta situación. Recuerda que es posible iniciar un periodo de recuperación para alcanzar el bienestar.
Ingresar en un centro para recuperar tu vida
Sabemos que a veces la decisión no parece sencilla. Y, sin embargo, la cuestión es clara cuando alguien identifica con sinceridad cuál es el orden de prioridades de una vida plena. La búsqueda del bienestar y la felicidad son muy importantes. Ten en cuenta que la recuperación personal también aporta alegría y tranquilidad al entorno más cercano.
Los efectos del consumo van más allá del plano individual cuando existe una familia que sufre. Antes de pedir ayuda a un centro especializado, es frecuente que la persona comparta su situación con alguien de su entorno próximo.
Es decir, si te encuentras en esta circunstancia, puedes hablar con un ser querido. La decisión de ingresar en un centro de adicciones no solo puede ayudarte en tu camino. También te ofrece un espacio terapéutico para profundizar en torno a la adicción.
El proceso de recuperación de un adicto siempre es personalizado. Aunque existen historias de superación que muestran aspectos en común en torno a los casos de drogas y adicciones, cada paciente tiene su propia experiencia. El equipo de profesionales de nuestro centro ayuda a la persona y, también, a su familia.