
El tratamiento de las adicciones está directamente relacionado con la nutrición.
Por una parte, el consumo de sustancias produce desequilibrios químicos en el cerebro y perjudica el metabolismo.
Por otra parte, la alimentación es un factor de ayuda muy importante para el tratamiento de las dependencias.
Los hábitos alimenticios saludables y equilibrados permiten al organismo beneficiarse de cuidados positivos, reiniciar rutinas de autocuidado y obtener la energía necesaria de los nutrientes para afrontar la recuperación.
Saber cómo influye la nutrición en el tratamiento de las adicciones es fundamental para comprender la relación entre ambos términos.
Nutrición y adicciones, quid pro quo
La alimentación es una necesidad vital para el ser humano. Es por este componente de resarcimiento en nuestro sistema de recompensa que la nutrición es una ayuda notable en el tratamiento de las adicciones.
Unos correctos hábitos nutricionales son de las primeras rutinas en ser abandonadas por las personas con dependencia a algún tipo de sustancia o actividad.
Los hábitos de vida saludables y las actividades placenteras nos sirven de estimulación en el día a día. El problema radica en que, durante el período de consumo, la recompensa ante estos estímulos no es la misma y se dejan de lado.
Mantener unos hábitos nutricionales adecuados desde el principio de los tratamientos de las adicciones es una de las piedras angulares durante el proceso de recuperación.
Déficit nutricional a consecuencia del consumo de sustancias
Las vitaminas y minerales esenciales son dos nutrientes fundamentales para infinidad de reacciones metabólicas. Un correcto funcionamiento de nuestro organismo es dependiente de estos dos elementos.
En lo que respecta a las adicciones, las deficiencias en ambos nutrientes es uno de los efectos secundarios más velados y, a la vez, más relevantes.
Tanto las drogas como el alcohol impactan de forma muy significativa sobre nuestro organismo, ya que interfieren en el manejo de los neurotransmisores y en el equilibrio saludable del sistema cardiovascular.
A priori, no solo los efectos nefastos de una adicción activa interfieren directamente sobre el organismo, sino que la rutina de consumo desplaza la conducta equilibrada de una alimentación saludable.
El efecto de las drogas sobre la nutrición.
Existe una relación directa entre consumo de drogas y nutrición. Un ejemplo claro es la cocaína. Al ser una droga estimulante, produce un efecto inhibidor del hambre.
En contraposición, los porros de marihuana exacerban el apetito y generan una necesidad urgente de comer, lo que deriva en atracones.
No es un secreto que el consumo de drogas o el abuso del alcohol están relacionados con una nutrición deficiente. De hecho, las consecuencias van más allá de unas rutinas alimentarias inadecuadas.
El consumo de drogas y alcohol reduce las reservas nutricionales del organismo. Significativamente, las personas que padecen alcoholismo presentan un bajo nivel de vitaminas, mientras que la drogadicción provoca bajos niveles de minerales.
El déficit nutricional afecta directamente a la salud creando sintomatología relacionada con la caída del cabello, problemas dermatológicos e incluso confusión o depresión.
Del mismo modo, el efecto es directamente proporcional durante el tratamiento de las adicciones, ya que la escasez de recursos nutricionales empeora notablemente la sintomatología relacionada con la fase de abstinencia.
La importancia de la dieta durante el tratamiento de adicciones
El consumo de una dieta equilibrada en fases tan relevantes como el período de abstinencia o la propia terapia de recuperación de dependencia a algún tipo de sustancia influye positivamente tanto en la estabilidad como en la duración de los resultados.
Es precisamente debido a esa capacidad de influencia que la nutrición debe estructurarse de la mano de profesionales para conseguir los resultados deseados.
Es decir, que nutricionalmente hablando la alimentación sirva para aportar los nutrientes necesarios y un orden a los hábitos diarios, pero en ningún caso que sustituya al consumo.
Riesgo nutricional del consumo de drogas y alcohol
Sustancias como el alcohol o las drogas causan un daño orgánico para el individuo. Y no solo eso.
Además, son desencadenantes de síndromes metabólicos que evidencian un perjuicio neurotóxico y una notable reducción de energía que incapacita al individuo para rendir adecuadamente.
Consumo de alcohol y nutrición
La deficiencia de vitaminas B1, B6 y ácido fólico puede generar problemas de anemia y daños neurológicos, además de la ineficiencia del correcto funcionamiento de órganos de especial importancia para nuestro metabolismo, como son el hígado y el páncreas.
El consumo de alcohol incide negativamente sobre la vitamina B, causando un desajuste final que afecta directamente a electrolitos, proteínas, líquidos o calorías y que, a todas luces, puede ser el origen de otras muchas enfermedades.
Consumo de cocaína y nutrición
Al igual que el crack y las metanfetaminas, la cocaína es un estimulante que genera un efecto inhibidor sobre el apetito. A consecuencia del consumo de cocaína se produce una notoria pérdida de peso, corriendo el riesgo de alcanzar niveles de desnutrición.
Además, los consumidores de sustancias estimulantes pueden mantenerse despiertos durante varias jornadas, lo que desencadena en desequilibrios electrolíticos durante esos períodos de tiempo que causan deshidratación.
De esta manera, los desequilibrios nutricionales son un efecto evidente del consumo de cocaína, por lo que esta sustancia es una de las grandes fuentes de incidencia a nivel de alimentación.
Consumo de marihuana y nutrición
Este tipo de estupefaciente genera el efecto contrario a las sustancias estimulantes. La marihuana exacerba el apetito desproporcionadamente, dando lugar a atracones y consumo elevado de alimentos altos en grasas, azúcares y calorías. Sin embargo, a largo plazo varios estudios muestran una correlación entre el consumo de THC y la reducción del IMC.
Nutrición y tratamiento de adicciones
Encarar el tratamiento de adicciones requiere de un gran número de medidas, entre ellas la de recuperar hábitos nutricionales saludables.
Una dieta equilibrada es, en sí, una herramienta terapéutica coadyuvante durante las terapias, favoreciendo la recuperación tanto a nivel físico como mental.
En Elphis, centro de desintoxicación en Madrid, te ayudamos durante el camino de tu recuperación para conseguir una rehabilitación plena en la que somos conscientes de que unos correctos hábitos alimenticios juegan un papel importante.
Si quieres ampliar información sobre la relación entre nutrición y adicciones o estás buscando ayuda profesional, contacta con nosotros. Estamos aquí para ayudarte.