
Cuando se habla de drogas, a menudo oímos hablar de diversos métodos para prevenir su consumo o superar una adicción ya adquirida. Aun así, son muchos los que luchan día a día para evitar una recaída tras haber superado la dependencia. Para aclarar cualquier duda que pueda existir al respecto, hoy nos centraremos en este tema y vamos a dar algunas recomendaciones útiles no solo para dejar las drogas, sino también para evitar volver a sucumbir ante dicha adicción.
Cómo evitar recaídas en las drogas
La adicción a cualquier sustancia, ya sean drogas o alcohol, se sustenta en dos factores primordiales. Uno de ellos es la necesidad de consumo, que se irá incrementando con el paso del tiempo, si lo que queremos es recibir el mismo estímulo. El otro factor es el malestar que percibiremos ante la ausencia de la sustancia en nuestro organismo. Es decir, el temido síndrome de abstinencia. Sabemos cómo salir de las drogas, aunque este proceso no será, ni mucho menos, un camino de rosas. Aun así, se trata de algo que está al alcance de todo el mundo y, con la ayuda de los profesionales adecuados y el apoyo de nuestros seres queridos, podemos obtener las herramientas necesarias para recuperar nuestras vidas y sentirnos plenos tanto a nivel físico como mental. Por eso, a continuación, vamos a enumerar algunos pasos a seguir para superar este problema.
1. Superar la fase de negación
El primer paso para comenzar un proceso que sea exitoso será que rompamos con la negación del problema o, de lo contrario, podríamos sufrir una recaída. La fase de negación es un mecanismo de defensa muy habitual, pero podemos afrontarla con éxito cambiando nuestra forma de pensar. Es importante quererse a uno mismo para analizar qué es lo que nos asusta. De este modo, estaremos preparados para solicitar la ayuda que necesitamos.
2. Acudir a un centro de día para adicciones
Algo a lo que podemos recurrir, tanto para dejar una adicción como para evitar recaer en ella, es acudir a un centro de día. Allí podremos recibir tratamiento sin que sea necesario pasar la noche en sus instalaciones. Esta es una modalidad muy cómoda, que nos permitirá asistir a terapia sin perder el contacto con nuestros seres queridos y ofrece multitud de estímulos que nos ayudarán a recuperarnos. En este contexto, podemos participar en talleres orientados a la deshabituación o gestión emocional, pero también dispondremos de la oportunidad de realizar yoga, mindfulness terapéutico y deporte.
3. Recurrir al tratamiento ambulatorio
Otra opción de la que dispondremos para dejar las drogas será llevar a cabo un tratamiento realizado en régimen ambulatorio.
Se trata de la forma ideal de obtener un plan de tratamiento que se adapte a nuestras necesidades de una forma personalizada, ya que contaremos con la ayuda de un coach-terapeuta equipo multidisciplinar compuesto por profesionales dedicados a analizar nuestro caso de forma detallada y que nos ofrecerá un tratamiento de tipo cognitivo-conductual que se basa en el modelo Minnesota, del que hablaremos después. El objetivo, claro está, será recuperar el control de nuestra vida y, para ello, será indispensable esta ayuda profesional.
4. Recurrir a un tratamiento residencial
Hay ocasiones en las que la mejor opción será recurrir a un centro de desintoxicación que ofrezca un régimen residencial, algo a lo que se puede incorporar el tratamiento ambulatorio.
Así, durante nuestro ingreso, los profesionales del centro tienen la oportunidad de realizar un seguimiento pormenorizado de nuestra evolución. Cuando recurrimos al tratamiento residencial, el primer paso consiste en una visita, en la que el equipo terapéutico puede valorar nuestra situación para, después, plantear a nuestra familia las opciones de tratamiento que pueden ser más adecuadas.
Este tratamiento, además, permite a los profesionales conocer en qué estadio de recuperación nos encontramos en todo momento e informar a nuestra familia de una forma fluida acerca de nuestra evolución.
5. Contar con un intervencionista
Hemos de tener claro que nos encontramos ante una enfermedad crónica, por lo que el riesgo de la recaída es una realidad. Por eso, una intervención en adicciones puede ser la respuesta a la hora de ayudarnos a afrontar el problema sin necesidad de tocar fondo. Además, ofrece a nuestra familia la ocasión de sentirse útil.
Un intervencionista es un profesional externo y objetivo que cuenta con la preparación adecuada en el campo de las adicciones. Al no tener ningún vínculo emocional con nosotros o nuestra familia, nos puede facilitar una serie de pautas que nos ayudarán a romper esos roles establecidos, que podrían reforzar la conducta que queremos evitar. Además, ofrecerá un servicio de atención telefónica para acompañarnos en todo momento.
La base de la terapia: el modelo Minnesota
Si queremos saber cómo evitar recaídas en las drogas, debemos saber que existen muchos modelos de terapia a seguir, aunque uno de los más conocidos y efectivos es el conocido como Minnesota. Surgido a mediados del siglo pasado para tratar el alcoholismo, se basa en la idea de aceptar que nuestra adicción no es un pecado o error, sino una enfermedad primaria de la que, con la ayuda apropiada, nos podemos recuperar.
Se trata de un modelo que propone un enfoque integral y multidisciplinar y señala nuestra adicción como la fuente del problema y no como una causa de otro problema subyacente. Además, no marca al adicto como culpable, sino como una persona enferma, que debe ser tratada. Los objetivos, por otro lado, pasan por que dejemos de consumir y tengamos una calidad de vida plena y aceptemos que tenemos un problema y necesitamos ayuda. Por estos motivos, la terapia Minnesota puede ayudarnos a evitar las recaídas.
Salir del mundo de las drogas para, sobre todo, evitar volver a consumir es un tema que preocupa a mucha gente. Es normal tener dudas al respecto y es por eso que animamos a todo el que lo necesite a contactar con nosotros. En Centro Elphis, centro que se especializa en ofrecer tratamiento de adicciones en Madrid, contamos con un equipo de profesionales que proporciona el apoyo oportuno a aquellas personas que lo puedan requerir.