No hay duda de que la pandemia de la COVID-19 ha tenido un gran impacto sobre la vida cotidiana de las personas en todo el mundo. Especialmente en países como el nuestro, donde las medidas han sido muy restrictivas y han afectado a nuestras relaciones sociales, por no hablar del enorme impacto para aquellos que han perdido un ser querido o han resultado gravemente enfermos. Las consultas a psicólogos y psiquiatras han aumentado y siguen en cifras muy altas desde marzo de 2020. Esto ha llevado también a cambios en el patrón de las adicciones.
¿Cómo ha afectado la pandemia de la COVID-19 al patrón de adicciones en España?
Según el informe que ha elaborado el Observatorio Nacional sobre Drogas y Adicciones (OEDA), de la Delegación del Gobierno para el plan nacional sobre drogas, el consumo de tabaco, alcohol y sustancias psicoactivas ilegales como el cannabis o la cocaína, no han variado significativamente desde el inicio del confinamiento, ni en frecuencia de uso ni cantidad de consumo. De hecho, el consumo de sustancias ilegales ha descendido ligeramente, debido a un acceso más difícil a las mismas. Solo en el caso del cannabis se ha mantenido más o menos constante, ya que es más fácil de conseguir. Este patrón ha sido prácticamente igual tanto en hombres como mujeres.
No ha sido el caso de las adicciones comportamentales, como son los videojuegos, internet y los juegos de azar online. Se ha disparado desde el inicio de la pandemia, tanto en la frecuencia como en la cantidad del uso y, en muchos casos, se ha convertido en una adicción que ha continuado más allá de la relajación de las medidas.
Sin embargo, hay que tomar estos datos con cautela, ya que se basan en una encuesta realizada solo a una parte de la población. Posiblemente, no es representativa de todo el conjunto de ciudadanos en España.
Lo que es ya innegable es que las consecuencias sobre el bienestar psicológico de las personas de nuestro país han sido, en muchos casos, abrumadoras. Así lo indican el número de consultas en medicina primaria por casos de ansiedad o depresiones, muchas veces relacionadas con adicciones. Desgraciadamente, los pacientes no siempre hablan del abuso a las mismas. A menudo, el inicio de consumo de sustancias o de hábitos como el juego ha sido motivado por una situación de desempleo o dificultades económicas, lo que provoca miedos y angustia de los que se desea escapar consumiendo sustancias o con hábitos que pueden volverse adictivos. Nos apoyamos en el «ya pasará», en el «cuando esto acabe, lo dejaré y todo volverá a la normalidad».
Estos pensamientos son una señal de alarma. No es tan fácil dejar una adicción una vez terminadas las restricciones. Volveremos a trabajar, de nuevo tendremos contacto con los demás, pasaremos tiempo con más personas que nuestro círculo inmediato… pero si una persona cae en una adicción, posiblemente pierda la motivación por estas situaciones cotidianas.
Este es un factor clave para detectar una adicción. Si vemos que una persona deja de lado sus aficiones habituales e incluso muestra menor interés por las relaciones sociales solo para satisfacer su dependencia, es posible que necesite acudir a un centro de adicciones.
Qué hacer en caso de adicciones
Veamos qué hacer en el caso de haber caído en la dependencia durante la pandemia, caso por caso.
Tabaco
Los datos recogidos por la encuesta de la OEDA indican que los españoles fumaron un 1,4 % menos durante la época más restrictiva de las medidas de la seguridad de la pandemia y un 2,8 % lo dejó por completo. Posiblemente el factor riesgo que suponía el tabaco para contraer las formas más severas de COVID-19 han influido en ello. Sin embargo, un 1,2 % empezó a fumar en esa época y un 5,7 % fumó más cigarrillos diarios. Esto es un indicativo de ansiedad y existen otras maneras de tratarla.
Alcohol
Según Joan Villalbí, el delegado del Gobierno para el ‘Plan Nacional de Drogas’, el consumo de alcohol ha descendido un 8 % en ambos sexos y todos los grupos de edad, y llega a ser un 25 % en el caso de los jóvenes. Esto refleja la influencia del cierre de los bares, discotecas y establecimientos similares. También los consumos intensivos de alcohol (borracheras) han disminuido en un 8 %. Además, las ventas de bebidas alcohólicas de los supermercados y otros establecimientos no ha llegado a compensar la bajada de su consumo en los bares.
Sin embargo, muchas personas han recurrido al alcohol durante la pandemia, ya sea por aburrimiento o para calmar la ansiedad, llegando a causar alcohólicos que no son realmente conscientes de ello. Pero si observamos un aumento reiterado del consumo de la bebida o que la persona bebe también a escondidas de la familia, sería recomendable buscar a un profesional para llevar a cabo una terapia de desintoxicación.
Adicción a los fármacos
Sin embargo, la dificultad de acceder a sustancias psicoactivas ilegales ha llevado a que las personas que eran adictas a ellas recurrieran a medicamentos como las benzodiazepinas (diazepam, tranquimazin, etc.) y, de hecho, han crecido las prescripciones de estos medicamentos. Es normal que durante la situación de pandemia que hemos vivido en algún momento puntual fuera necesario tomar estos fármacos, pero en un caso de consumo prolongado se debería contactar con un profesional que ayude a dejar esta dependencia.
Adicción al juego
Como hemos visto, la adicción al juego se ha incrementado notablemente. Es comprensible que en una situación de confinamiento, juguemos más a videojuegos o juegos de azar online, simplemente para divertirnos. Pero cuando descuidamos otros aspectos, como la actividad física o la propia economía para jugar, deberíamos ponerle freno. O lo peor: continuar jugando mucho aun cuando la situación de emergencia ha terminado y podemos volver a trabajar y tener contactos sociales normalmente.
Para ayudar a las personas a superar todas estas y otras dependencias, en el centro de adicciones, Centro Elphis, contamos con un equipo de profesionales multidisciplinar con avalada experiencia. ¡Recuperar las riendas de la vida y vencer las adicciones es posible!